martes, 21 de noviembre de 2017

Acepciones del silencio


Tan sólo una palabra basta para definir al silencio…
Pero esa palabra nunca llega, es una palabra no dicha.

Muchas veces se percibe como un hueco donde debería haber algo.
Es la incomodidad de esperar el eco que no llega.
Otras es la inmensa calma entre chirridos rasposos de chatarras.
O es esa pausa justa que le da sentido a toda la partitura.

A veces estrangula una garganta hasta la asfixia.
Otras veces electriza el aire entre los cómplices.
Puede ser que se diluya en una brisa matutina,
o puede ser que la devore el ojo de un huracán.

A veces cobra forma de oasis entre ruidosos desiertos.
Otras es el manto de un fantasma frío.

Dignifica cuando se convierte en la revolución más implacable,
porque contrariamente a cualquier nomenclatura,
que para ser necesita negar todo lo que no es,
cada silencio tiene su origen en una afirmación.





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